Desde IMAGO hemos preparado este decálogo que recoge diez puntos importantes para obtener alta calidad técnica en el proceso fotográfico digital. Lo hemos dividido en dos partes para que sea más fácil su lectura.
1. Captura en RAW.
Como ya es bastante conocido, el JPG no es un formato para la captura digital. El JPG se diseñó para distribuir imágenes en internet y sus características no son la ideales para la captura y edición de fotografías. Para dar dos razones básicas: el jpg soporta únicamente un máximo de 8 bit de profundidad de color y utiliza compresión con pérdida al empaquetar los archivos. Ambas cuestiones no permiten disponer de la cantidad de información necesaria para obtener una buena calidad de imagen posterior a la edición.
Es por esto que, en el quehacer fotográfico profesional, se utilizan habitualmente los formatos RAW. Estos formatos proveen al fotógrafo de toda la información capturada en el sensor de la cámara fotográfica, para que este la procese a voluntad en un software de revelado digital. Dicho proceso posterior permite tener más control en el resultado final de la fotografía y permite además decidir qué formato de archivo tendrá nuestra imagen de salida, según el soporte al cual estará destinada y que veremos más adelante en este mismo artículo.
2. Aprovecha la zona de altas luces del histograma al tomar fotografías.
La filosofía de trabajo con cámaras analógicas "capturar para las sombras y revelar para las altas luces" ha sido adoptada erróneamente por algunos fotógrafos digitales. Sin embargo, los sensores digitales no funcionan de la misma manera que la película analógica. De hecho, las cámaras digitales responden mucho mejor hacia la zona de altas luces. Si dividimos el histograma de la captura en 10 pasos (EV), el 50% de la riqueza tonal se encuentra concentrada en el último EV y otro 25% en el penúltimo EV de altas luces. O sea, en los dos últimos EV se concentra el 75% de la riqueza tonal de la imagen. Para que se comprenda mejor: subexponer un paso en fotografía digital implica perder el 50% de la riqueza tonal de la imagen. Subexponer dos pasos implica perder el 75% de la riqueza tonal de la imagen.
En la práctica, una fotografía digital subexpuesta tendrá un color más pobre y un mayor nivel de ruido. Como desde el RAW se puede recuperar cierta cantidad de información, es recomendable sobreexponer ligeramente las tomas con el fin de aprovechar más esa zona donde responde mejor el sensor. Hay diferentes métodos para hacer lo que se ha llamado "derechear el histograma" que explicaremos más detalladamente en un próximo artículo.
3. Ajusta correctamente la sensibilidad de tu cámara.
La sensibilidad (ISO) se define habitualmente como "la inversa de la exposición necesaria". A su vez, la exposición podemos definirla como "la cantidad de luz que incide sobre el soporte fotosensible". De esta manera, a mayor exposición necesitaremos menor sensibilidad. Y viceversa: a menor exposición, mayor sensibilidad se requiere.
En las cámaras digitales (de manera similar a lo que sucede en las cámaras analógicas), aumentar el ISO produce ruido. Es por ello que debemos utilizar adecuadamente el ajuste de ISO para obtener imágenes lo más limpias de ruido posible. Les recomendamos revisar con detenimiento el artículo "Guía breve para comprender el ISO en fotografía digital", en el que detallamos el funcionamiento y uso correcto del ISO en las cámaras digitales. Las recomendaciones generales son las siguientes:
1. Utilizar el ISO NOMINAL siempre que sea posible, ya que será el valor de sensibilidad que nos brindará la mejor calidad y el menor nivel de ruido en la imagen.
2. Cuando, por situaciones de poca luminosidad, no sea posible utilizar el ISO NOMINAL, podemos echar mano de los ISOs NATIVOS, pero siempre subiendo la sensibilidad al valor necesario, ya que a mayor ISO, mayor cantidad de ruido en la imagen.
3. Evitar a toda costa la utilización de los ISOs DIGITALES al capturar en RAW.
4. Realiza el revelado de tus imágenes con un flujo de trabajo eficiente.
Es difícil imaginar una fotografía profesional que no haya pasado por el proceso de revelado digital. Además, si capturas en RAW como ya recomendamos anteriormente, el proceso de revelado digital es inevitable, ya que el archivo RAW no puede utilizarse sin antes pasar por un software como Adobe Camera RAW, Photoshop Lightroom, Capture One Pro u otros.
Pero, ¿qué es el "revelado digital"? De manera simple podemos definirlo como el proceso de convertir lo datos digitales contenidos en el RAW a una fotografía en un formato de imagen utilizable, como el JPEG, TIFF, PSD, etc. Durante ese proceso de conversión, se realizarán ajustes y correcciones que harán más atractiva la fotografía.
5. Utiliza correctamente los espacios de color.
Los espacios de color son de gran importancia durante el proceso de edición de una imagen fotográfica. Un espacio de color es un sistema de interpretación del color, es decir, una organización específica de los colores en una imagen. Los espacios de color definen una lista de colores estandarizados que son posibles de representar en ellos. Entre más amplio sea el espacio de color, más riqueza de color tendremos en las fotografías.
En fotografía, tendremos tres espacios de color para trabajar habitualmente: sRGB, AdobeRGB y ProPhotoRGB.
sRGB es el espacio de color más pequeño de los tres, recomendado para impresión o para imágenes de internet. AdobeRGB y ProPhotoRGB son espacios de color más amplios, recomendados para edición de imágenes, siendo este último el más amplio de todos.
Nuestros softwares de edición de imágenes deben estar correctamente configurados en el espacio de color más conveniente. En ese caso, recomendamos configurarlo en ProPhotoRGB. A continuación dejamos unas imágenes con la configuración para Adobe Photoshop y Photoshop Lightroom (en ese orden).
Para Adobe Photoshop:
Accedemos a la configuración desde: Edición/Ajustes de color.../
Para Photoshop Lightroom: Accedemos a la configuración desde: Lightroom/Preferencias/Edición externa
Publicado en Artículos, Tecnología Fotográfica
