El fotógrafo japonés Haruhiko Kawaguchi ha reclutado en distintos night clubs a 80 parejas para llevar a cabo su trabajo "Flesh Love". Amor carnal, pero también “fresco”, según la pronunciación japonesa que iguala erres y eles. Según Kawaguchi, aunque una pareja se rompa siempre quedará un momento para la inmortalidad y qué mejor que una foto para registrar la fusión temporal de cuerpos y almas.
Hal y su novia Katherine envolvieron a los modelos y con un aspirador extrajeron el aire. Antes de ser forrados en plástico, fueron lubricados con crema con el fin de evitar rozaduras. Para evitar males mayores, el momento del envasado no superaba los 10 segundos. Y el fotógrafo y su ayudante calmaban los nervios de los participantes contándoles todos los pasos del proceso y preguntándoles si se sentían cómodos. Como emergencia, tenían oxígeno a mano.
Arte provocador bajo control.
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