El fotógrafo checo Jan Saudek (Praga, 13 de mayo de 1935) fue recluido junto a su hermano Karel en un campo de concentración para niños localizado cerca de la actual frontera entre Polonia y la República Checa. Al salir le fue regalada una cámara una Kodak Baby Brownie, con la que comenzaría una fascinante carrera fotográfica.
"No tengo la posibilidad de retratar la vida de otras personas. Retrato la mía propia". Jan Saudek.
Desde el comienzo su obra estaría marcada por un estilo polémico e innovador, con técnicas de fotografías pintadas a mano y una peculiar paleta de colores con un marcado contraste que hacen que sus resultados luzcan muy plásticos y creativos.
Largamente perseguido por el gobierno socialista por sus extrañas fijaciones, Saudek se vio forzado a trabajar clandestinamente en un sótano para lograr sus fotografías. En 1984 sus archivos de negativos serían confiscados por la policía sólo para serle devueltos poco después junto al premio Artis Bohemiae Amicis, distinción que se hace a los grandes contribuyentes a la cultura checa como Milan Kundera.
Aunque sus temáticas son variadas, una de las líneas que ha cruzado toda su obra ha sido el erotismo: la exploración multisensorial, conceptual del cuerpo humano y su impulso sensual. En sus fotos se dan cita toda clase de cuerpos y prácticas. Las líneas entre edad y género son borradas. Las posturas, mostradas sin pudor, dan cuenta de la mística corporal que se forma a partir de la autoexploración y el diálogo entre modelos y cámara.
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