Recientemente he adquirido una hermosa Leica IIIa de 1938. La cámara luce muy cuidada para su edad (81 años en 2019) y una primera prueba sin película demuestra que funciona: todas las velocidades están trabajando, el telémetro enfoca y se ve limpio, el lente también está bastante limpio y funcional, aunque un poco rígido su anillo de diafragmas.
Sin embargo, como suele suceder con estás cámaras de más de 80 años, se necesita probarla más exhaustivamente para estar seguros de su correcto funcionamiento antes de comprometer un rollo de película.
He investigado extensamente, y los problemas más comunes que puede presentar esta cámara están relacionados con:
- Obturador dañado (el obturador de esta Leica es de tela, por lo que puede romperse o agrietarse con los años y tener fugar de luz al interior de la cámara, lo que echaría a perder nuestras fotos).
- Velocidades lentas muy lentas (o funcionando incorrectamente, como si la cámara trabajara en modo Bulb).
- Telémetro desajustado. Esto es muy importante porque el enfoque de estas cámaras se hace a travez del telémetro, así que si no está bien calibrado, las imágenes no quedarán nítidas.
He revisado mi cámara más minuciosamente y he descubierto que, efectivamente, las velocidades lentas (de 1/20 segundos a 1 segundo) van demasiado lentas. Básicamente van al doble: un segundo se convierte en 2 segundo, 1/2 segundos se convierte en un segundo, etcétera. El obturador parece estar bien, pero se necesita desarmar la cámara para verificarlo.
El telémetro tiene un ligero desajuste horizontal que hay que corregir.
Otro detalle en mi cámara, más bien estético, es que la vulcanita negra que recubre la cámara está despegada y ligeramente levantada de uno de los lados, así que deberá pegarse correctamente para evitar que se rompa más adelante.
Dicho esto, me he decidido a desarmar la cámara para realizar una revisión del obturador y aprovechar para realizar un CLA general (clean, lubricate, adjust; en español limpiar, lubricar y ajustar) que pueda devolverle el funcionamiento correcto de su época de gloria.
Nota importante: no realices este proceso si no cuentas con habilidades suficientes o las herramientas adecuadas, o terminarás con una cámara destrozada.
Material necesario:
- Juego de destornilladores de precisión, de punta plana de diferentes tamaños.
- Alcohol isopropílico.
- Aceite de máquina de coser.
- Grasa de litio blanca (puede ser obscura si no encuentras blanca).
- Pinzas.
Las siguientes imágenes describen el proceso de desmontaje de la cámara:
Llegado a este punto, ¿qué hice?
Lo primero fue revisar el obturador para asegurarme de que no estuviera dañado. Disparé el obturador frente a la luz de la linterna de mi celular, muy cerca, para estar seguro que no había nada de fugas en ninguna de las dos cortinas. La cámara pasó la prueba con éxito: el obturador está perfecto, así que es una preocupación menos.
Con respecto a las velocidades lentas, limpié con alcohol isopropílico el mecanismo, le puse aceite en las partes necesarias, lo coloqué y probé nuevamente. El resultado fue el mismo de antes: las velocidades están muy lentas. Hice una segunda limpieza, dejándolo en remojo dentro del alcohol. Segunda prueba y mismo resultado: no se corrige el problema de las velocidades lentas.
Estuve analizando el mecanismo y descubrí un resorte en la parte inferior de la cámara que no estaba aplicando fuerza suficiente hacia arriba a la barra de las velocidades lentas. Al parecer, con los años ha perdido la forma y por tanto la fuerza. Por suerte es un resorte muy simple: una lámina metálica.
La solución fue retirar el resorte quitando los dos tornillos que lo sostienen y volver a darle la forma adecuada para que aumentara su tensión. Con esto... ¡las velocidades lentas comenzaron a funcionar correctamente (dentro de lo que puede esperarse)! Y además... ¡esto también solucionó el problema del atasco de las velocidades lentas!
Lo demás fue limpiar todo el interior, aceitar los engranes y mecanismos que lo requerían y volver a montar la cámara cuidadosamente.
Una vez montada la cámara, fue necesario realizar un ajuste en el telémetro para conseguir que la calibración esté correcta. Para ello, esta cámara tiene un ajuste escondido debajo de un tornillo decorativo que se encuentra en la parte inferior derecha del visor, sobre la lente. Retirando este tornillo, se accede a un tornillo invisible en el interior del telémetro. Es necesario un destornillador plano de 1.2 mm. Lo introduje y giré el tornillo con cuidado hasta conseguir el enfoque a infinito correcto. Ahora el telémetro enfoca perfecto.
Después de todo este trabajo, la cámara luce como en las fotos siguientes. Se ve radiante, pero lo mejor es que funciona.
Les comparto algunas de las primeras imágenes de prueba. Tenga en cuenta que estas son fotografías sin ninguna pretensión estética. Son disparos casuales que luego se ajustaron levemente en Adobe Camera RAW para un mejor resultado.
Publicado en Cámaras clásicas